CÓMO EMPEZÓ TODO

Siempre me ha interesado el mundo de la psicología, de hecho, inicié los estudios, pero no consiguieron conquistarme como yo esperaba. Necesitaba más. Algo más profundo, aunque en ese momento aún no lo sabía.

Antes de embarcarme en esta aventura, siempre había sido comercial de todo tipo de productos, he vendido coches, chicles, chocolates, relojes, gafas, medicamentos...

Se me daba bien porque trataba con personas, empatizaba con ellas, las entendía, aprendía de cada una, y sobre todo, compartía. Siempre he pensado que lo más importante en la vida son las personas. Y entender como sienten y porqué actúan de según qué manera...Eso me apasiona. Por eso estoy aquí.

EL CLIC

Hace seis años estaba con una de mis mejores amigas, con un lío amoroso de la hostia, mi madre había muerto hacía poco...y me dijo. ¿Por qué no vienes a mi casa a charlar con mi madre? Seguro que te ayuda.

Yo, sin saber de qué estaba hablando, fui sin dudarlo y sin saber que ese día cambiaría mi vida para siempre...

MI MENTORA

Mari, que así se llama la madre de mi amiga, despertó en mí, esa parte que ya había intuido con cada cliente, pero que a la vez me resultaba muy desconocida. Y desde entonces, no he parado de hacer esa introspección, ese autoconocimiento qué es el que me tiene hoy aquí. Esa búsqueda incansable de respuestas.

Ella me dio un master en inteligencia emocional y en la lectura del inconsciente que ni yo misma me creía. Un mundo extraordinariamente nuevo.

¡MIS INTERROGANTES!

Y me surgieron estas preguntas; ¿Por qué nos enseñan en el colegio las ciudades del mundo, la historia de todas las guerras...Y no nos enseñan a gestionar nuestras emociones? Por supuesto que lo primero es muy importante, pero ¿cómo actúo cuándo me deja mi pareja? O cuándo discuto con mi madre...Con estas dudas, empecé a poner en práctica con los demás y conmigo misma lo aprendido en inteligencia emocional, y me interesé por otros métodos de ayuda, cómo son la psicosomática o la numerología.